Casandra.

Hace unos cuantos meses, un buen día salió la conversación acerca de la pronta liberalización de la CB en España o por lo menos una rebaja.

Bajo la guasa de varios, afiancé mi postura de desconfianza y les dije que puestos a subir impuestos, la radio también sufriría.

Estuve calculando y no me sentía muy optimista viendo cómo les intentaba explicar cómo afectaría las medidas adoptadas por el Gobierno a nuestro hobby. Y ellos ni caso.

Me sentí como un pájaro de mal agüero y deseé de todo corazón tener que pedir perdón por mal pensada antes de decir un "Ya os lo dije".

Cuando la gente estaba aun tambaleándose de los varapalos que no estaba metiendo en las costillas el Gobierno con recortes y más recorte, nadie echó a ver en que también se está produciendo una nueva ofensiva en contra de la libertad de comunicación subiendo el precio de todas las tasas administrativas en nuestro hobby.

Con esto se viene a demostrar y a distanciar aun más las clases sociales: ricos más ricos y pobres más pobres. Y se viene a demostrar fomentado por el Gobierno que la radio ha sido, es y será hobby de ricos. 

Tal vez otra barrera más, la económica, que ayude a extinguir nuestra afición. Llegaremos al punto en que los radioaficionados diplomados y oncemetristas que sigan sean los que tenga un cierto nivel económico, que, seguramente, sean los que tengan más años.

En fin, que "se matará" al relevo generacional solo por el vil metal.

Como a Casandra, nadie me creyó y ahora, ahí lo tenéis y con la garganta seca, áspera y sin aliento me toca deciros "Os lo dije".